7 maneras de ayudar a su hijo con la autorregulación
Por el personal de BuenosConsejosParaPadres.com
Tiempo de lectura: 7 minutos
Todas las mamás y papás han pasado por eso. Una estudiante del kindergarten tiene un colapso cuando no se sale con la suya. Un niño de siete años de edad le da un puño a su hermano durante una discusión. Un estudiante de quinto grado batalla con la presión de grupo en la escuela. Como padres, tenemos un papel importante en ayudar a nuestros hijos a desarrollar sus habilidades de autorregulación, las cuales son necesarias para manejar sus emociones y comportarse correctamente, como niños y durante toda la vida.
¿Qué es la autorregulación?
La autorregulación simplemente se refiere a la habilidad de un niño para manejar la forma en la que actúa o reacciona ante sus sentimientos o emociones. Es distinto al autocontrol, que se refiere a la habilidad del niño para controlar su propio comportamiento. ¿Qué dice o hace cuando está molesto, triste o asustado? ¿Cómo se expresa o se comporta cuando no se sale con la suya? La autorregulación es la manera en que maneja sus emociones, se adapta a situaciones a medida que estas surgen y responde ante lo que ocurre en su entorno.
¿Por qué es importante la autorregulación?
Es beneficioso para los niños tener la confianza en sí mismos para abordar sus sentimientos y saber cómo comportarse en formas socialmente aceptables. Los niños que pueden autorregularse se llevan mejor en la casa y en la escuela. Ellos aprenden habilidades básicas para calmarse, tanto en situaciones ya conocidas como nuevas, y para sentirse bien con respecto a ellos mismos. Las investigaciones demuestran que los adolescentes que se autorregulan tienen un sólido sentido de bienestar y satisfacción, y se sienten más aceptados socialmente. Por eso es que el proceso de enseñar a nuestros hijos habilidades de autorregulación comienza cuando son pequeños y continúa a medida que maduran. Se trata de darles una base sólida para lidiar con cualquier cosa que la vida les presente.
¿Por qué los niños actúan de la manera en que lo hacen?
Tomar en cuenta la edad de su hijo es importante para ayudarlo a manejar sus sentimientos.
El desarrollo del cerebro determina qué cosas pueden hacer los niños y cuándo las pueden hacer. La parte frontal del cerebro (corteza prefrontal) controla la habilidad de razonar, resolver problemas, hablar sobre sus emociones y manejar los impulsos. Como esta parte del cerebro no está totalmente desarrollada, los niños pequeños no pueden autorregularse de la misma forma que los niños más grandes.
Las investigaciones también demuestran que el cerebro de un niño pequeño aún no ha alcanzado la etapa en la que puede cambiar fácilmente de una tarea a otra. Por ejemplo, cuando le pide a su hijo que deje de jugar videojuegos y se prepare para ir a la cama, es posible que haga un berrinche porque no sabe cómo mostrar su desilusión y frustración. Castigarlo por portarse mal no va a resolver un problema que aún no tiene la capacidad de resolver.
Aquí es cuando las actividades de autorregulación entran en juego.
Como sus hijos pequeños solo pueden autorregularse por un breve periodo, tenga en cuenta la edad de su hijo cuando planifique actividades.
7 maneras de desarrollar las habilidades de autorregulación de su hijo
Pruebe poner en práctica estos consejos para ayudar a su hijo a aprender a manejar sus emociones y a tomar buenas decisiones en cuanto a su conducta.
Sea realista con sus expectativas.
Su hijo no va a aprender habilidades de autocontrol y de manejo de situaciones de la noche a la mañana. La autorregulación es un proceso que puede tomar años y que evolucionará a medida que madure hasta convertirse en un adulto joven. Sepa que su hijo necesita tiempo y distintos niveles de apoyo para aprender y practicar a manejar la ira, la tristeza, el temor y otras emociones. Su éxito aumentará a medida que crezca, así que prepárese para el largo camino y celebre cada señal de progreso, grande o pequeño, cuando este ocurra. Los reveses son normales, así que siga adelante y no se desanime.
Valide y muestre empatía por los sentimientos de su hijo.
La autorregulación es más que tan solo controlar las emociones. Se trata de ayudar a su hijo a reconocer sus sentimientos y aprender a abordarlos de una manera aceptable. Aliente a su hijo a expresar sus sentimientos con palabras para que pueda comenzar a entender por qué se siente de la manera en que lo hace.
Después de que él se calme de un arrebato emocional, aproveche la oportunidad para conversar con su hijo sobre lo que está desencadenando sus emociones. Usted puede ayudarlo a ponerle nombre a sus sentimientos pidiéndole que complete los espacios en blanco: “Me siento _________”. Tan solo poner una etiqueta a los sentimientos puede ser un gran paso para ayudarlo a comprender qué ocurrió y cómo respondió.
Decirle “comprendo que te molestó que tu hermanito rompiera tu castillo de LEGO” le indica que usted entiende que él está molesto y le demuestra que usted ve las cosas desde su punto de vista. También abre la puerta para hablar sobre cómo él podría haber manejado la situación de otra forma que no fuera golpear a su hermano. Con el tiempo y con su apoyo, él comenzará a aprender formas de autorregularse y tomar otras decisiones.
Empodere a su hijo para el éxito.
Brinde estructura para que su hijo sepa qué esperar y cómo manejar las horas de las comidas, de estudio, de acostarse y de juego. A los niños les ayuda tener una rutina consistente que no los sobrecargue. La estructura y la rutina ayudarán a su hijo a aprender lo que es capaz de hacer y le será más fácil hacer lo correcto. Por ejemplo, tener un horario fijo para acostarse es una oportunidad para practicar cómo seguir una regla simple y le da la confianza que necesita para aprender a comportarse en otras situaciones.
A medida que su hijo crezca, permítale resolver sus propios problemas. Cuando él pospone hacer su tarea y se molesta, y tiene problemas para terminar una asignación, usted puede verse tentado a hacerla por él. Es mejor mostrar apoyo y ofrecer algo de ayuda, pero deje que sea su responsabilidad terminar el trabajo. Esta es una experiencia de aprendizaje de autorregulación y de desarrollo de confianza cuando él se da cuenta de que puede manejar su frustración y resolver un problema. Este refuerzo positivo lo ayudará a abordar mejor su próxima dificultad.
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Alabe y premie las conductas positivas.
Usar refuerzos positivos y premios es una buena forma de motivar a los niños de todas las edades a manejar sus sentimientos y su conducta.
- Haga una lista de cosas que sabe que su hijo puede hacer. Juntos, los dos pueden decidir el premio cuando él termine una o más tareas.
- Alábelo mucho cuando su hijo haga lo que usted espera de él.
- Para los niños más grandes, elija premios que incluyan privilegios cotidianos (tiempo de pantalla, televisión, cualquier cosa que su hijo disfrute) o privilegios especiales (cine, actividades, algo de la tienda).
- Ofrezca comentarios positivos inmediatamente. Si su hijo no tiene éxito la primera vez, hable con él sobre ello y permítale decidir cómo hacerlo mejor la próxima vez. La segunda, tercera y cuarta oportunidad son sus aliadas.
Apoye a su hijo para establecer y alcanzar una meta.
Tener una meta es otra forma de ayudar a los niños a autorregularse, aprender a manejar y reaccionar ante sus sentimientos, así como a elegir la respuesta más apropiada. Las metas deben ser:
Realistas y alcanzables.
No será útil si la meta de su hijo es algo que no puede alcanzar. Él puede querer desesperadamente ir a Disneyland, pero si eso no está dentro de su presupuesto, tal vez una meta más realista sea ir a un parque de agua o de diversiones cercano.
Específicas.
La meta de su hija de ser la mejor bailarina en el equipo de baile suena genial, pero ¿qué significa eso realmente? ¿Cómo sabrá que es la mejor? ¿Cómo lucirá alcanzar esa meta? Ayúdela a establecer una meta específica y medible, como aprender a dar una patada alta o hacer un spagat.
Personales.
La meta de su hijo debe ser una idea propia para que él se comprometa a alcanzarla. Él debe quererla, debe comprometerse a ella y debe estar dispuesto a hacer el trabajo. Una vez que él haya decidido su meta, usted puede ayudar apoyándolo, escuchándolo si se desalienta y ayudándolo a crear y mantener hábitos que lo ayudarán a alcanzar su meta.
Encuentre formas de ayudar a sus hijos a manejar sus emociones y su conducta.
La autorregulación no trata sobre ser perfecto todo el tiempo. Ninguno de nosotros toma siempre las decisiones correctas, y las emociones pueden sacar lo mejor de los niños y de los adultos. Es normal cometer errores, aprender de ellos e intentarlo de nuevo.
Los niños necesitan cosas específicas para hacer que los ayuden a mantener sus emociones controladas, calmarse cuando estén molestos y tomar buenas decisiones sobre cómo actuar. Si bien es importante hacer cosas con su hijo para ayudarlo a autorregularse, también es importante que él sepa lo que puede hacer para ayudarse a sí mismo cuando usted no esté cerca.
Cosas de autorregulación que pueden hacer juntos:
- Conversar sobre los sentimientos de su hijo.
- Salir a caminar.
- Escuchar música.
- Respirar profundamente.
- Contar en forma regresiva desde el 10.
- Conversar sobre algo que haga reír a su hijo.
- Hacer burbujas.
- Leer un libro.
- Cantar su canción favorita.
- Ver la película favorita de su hijo.
- Jugar el juego favorito de su hijo.
- Abrazarse.
- Bailar.
- Jugar.
- Comer una merienda.
Cosas de autorregulación que su hijo puede hacer solo:
- Jugar con su mascota.
- Apretar una pelota antiestrés.
- Hacer un dibujo.
- Escribir sobre sus sentimientos.
- Tomar un baño de burbujas.
- Golpear un saco de boxeo o una almohada.
Dé un buen ejemplo.
Una de las cosas más difíciles y más importantes que usted puede hacer para enseñar a su hijo a autorregularse es ser un buen ejemplo a seguir. Los niños aprenden mirando lo que hacemos. Si nosotros controlamos nuestra ira y nuestras frustraciones, nuestros hijos ven qué hacemos y cómo lo hacemos. Cuando ellos nos ven mantener la calma cuando están teniendo una pataleta o un colapso, ellos ven otra forma mejor de manejar una situación emocional.
La autorregulación es un maratón, no una carrera corta.
A los niños les toma tiempo y práctica aprender a lidiar con emociones fuertes y actuar de manera apropiada. Pero la recompensa para nuestros hijos vale cada onza de esfuerzo que toma aprender lo que es la autorregulación:
- Mantener la calma cuando están molestos.
- Detenerse a pensar antes de actuar.
- Hacer lo que se espera de ellos, incluso cuando ellos no quieren hacerlo.
- Esperar para obtener lo que quieren.
- Adaptarse a los cambios que los rodean.
- Colaborar con otros.
- Sentirse seguros de sí mismos y de su capacidad para manejar situaciones.
Lo mejor de todo, cuando los niños dominan las habilidades de autorregulación, están mejor equipados para abordar las dificultades que enfrenten a lo largo de sus vidas.