Cómo fijar límites para el comportamiento de los adolescentes
Por Charity Eames, LPC-S, LMFT-S
Lectura de 7 minutos
Piense en todas las decisiones que usted tomó cuando estaba en la escuela secundaria. Probablemente recuerde que no es fácil ser adolescente. ¡Y tampoco es fácil ser padre o madre de un adolescente! La adolescencia es un momento crítico en el que muchos chicos y chicas se vuelven más independientes y desarrollan sus propias creencias y opiniones. Para muchos padres parecería que ellos están probando sus límites a propósito. Muchos se comportan mal, contestando de mala manera, volteando los ojos y dando portazos, seguido de silencios melancólicos.
Tratar con un adolescente irrespetuoso puede hacerle sentir horrible y cuestionarse sus habilidades como padre. Y no ayuda el que los adolescentes a menudo se comportan peor con las personas con quienes se sienten más seguros, su familia. Lo bueno es que hay cosas que puede hacer como padre para ayudar a los adolescentes a adaptarse al mundo cambiante y a la explosión de hormonas.
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Cómo detener el comportamiento grosero en los adolescentes
Respire profundo. Es normal frustrarse con su adolescente, pero sepa que probablemente todo saldrá bien. Con tiempo y paciencia, usted puede ayudar a su adolescente a navegar los cambios de ánimo volátiles que experimenta y regresar la paz al hogar.
Modele el respeto.
Usted es el modelo principal de su hijo de lo que es ser un adulto respetuoso. No se sorprenda si oye sus propias palabras y frases de la boca de su hijo o hija, pues su adolescente copiará de usted su manera de comunicarse. No ayuda el interrumpirlo, burlarse ni menospreciar a su adolescente. Aun cuando le ataque con su actitud adolescente irrespetuosa, trate de mantener la calma y recordarle que el comportamiento grosero no es aceptable. Cuando se caldeen los ánimos, recuerde que su adolescente es todavía un niño y que todavía necesita de usted.
Cálmense.
Si el comportamiento de todos está escalando, se recomienda que se retire para darle la oportunidad a todos de calmarse. Ir a habitaciones separadas durante 15 minutos puede ayudarlos a todos a comunicarse con más calma y claridad. Asegúrese de que realmente termine la conversación y de hablar sobre los problemas de comportamiento.
Fije reglas y límites familiares claros.
Cuando los adolescentes participan en establecer las guías de comportamiento, sienten que sus inquietudes son escuchadas. Esto hace más probable que sigan las reglas. Siéntense como familia y hablen sobre cómo desean tratarse entre sí. Hablen sobre el tipo de comportamiento aceptable. Conversen sobre sus expectativas entre sí y las consecuencias por no cumplir esas expectativas. Dele a su adolescente bastante tiempo para que exprese sus inquietudes, aun si no está de acuerdo con ellas. A algunas familias les ayuda crear un contrato de comportamiento familiar que todos firman.
Enfóquese en los privilegios, no en los castigos.
A medida que crecen, a los adolescentes cada vez les importan menos las recompensas y los castigos. En su lugar, enfóquese en lo que les motiva, quizás eso sea usar el automóvil, un teléfono celular, jugar videojuegos o pasar tiempo con sus amigos. Dígale a su adolescente que tener acceso a esos privilegios dependerá de que muestre responsabilidad y buen comportamiento. Esto también ayuda a evitar las luchas de poder. Cuando un adolescente se comporta mal, algunos padres se dan cuenta de que es más efectivo quitarle una actividad favorita como tener un teléfono o ir a casa de sus amigos.
Tenga una perspectiva amplia.
Decida qué es importante para usted y use esas prioridades para ayudar a guiar sus respuestas y reacciones. Piense sobre las destrezas para la vida que usted desea que su adolescente tenga como adulto, cosas como resolución de conflictos, ser bondadoso con otros o pensar críticamente. Trate de no dejarse llevar por las explosiones dramáticas o emocionales de su adolescente y no se las tome personal. Una vez usted decida lo que es más importante, trate de no hacer caso a los gestos pequeños que haga, como cuando le voltea los ojos o suspira molesto. Reconozca que el comportamiento adolescente irrespetuoso muchas veces es señal de que su hijo se siente fuera de control. No es un reflejo de lo bien que lo crió o no.
Hable sobre el comportamiento grosero de su adolescente inmediatamente.
Cuando su adolescente esté claramente fuera de lugar, mantenga la calma. No siempre es fácil, pero haga su mejor esfuerzo para usar un tono normal. Sepa que gritar solo empeora las cosas. Señale el comportamiento indebido y recuérdele a su adolescente que eso es inaceptable. No espere a más tarde para hablar sobre el problema o hacer cumplir las consecuencias. Es mucho más efectivo atender los problemas según aparezcan para que puedan trabajar juntos para corregirlos.
Recuerde, usted es el adulto.
Es su trabajo mantenerse en calma y en control, aunque su adolescente haya perdido los estribos. Esas explosiones son la manera que tiene su adolescente de decirle que se siente fuera de control y que necesita su ayuda. Al usted mantener la calma, aun cuando su adolescente esté molesto, le estará demostrando que lo ama incondicionalmente y que puede ayudarle a procesar sus profundos sentimientos y que no se lo está tomando personal.
No trate de lidiar con una situación si no puede controlar sus emociones.
Está bien retirarse para componerse y calmarse. Atienda la situación 15 o 30 minutos más tarde, una vez haya tenido la oportunidad de calmarse.
Cumpla su palabra.
Como padre de un adolescente, su trabajo es tener constancia y ser consistente, aun ante la mala actitud y mal comportamiento del adolescente. Al fijar límites y consecuencias claros su adolescente aprenderá que las reglas se harán cumplir y que no podrá manipularlo a usted. De muchas maneras es como cuando su hijo era más pequeño, rendirse cuando se queja, llora, forma berrinches o muestra mala actitud solo resulta en más quejas en el futuro. Haga lo posible por ser firme pero con empatía. Y es importante no decir cosas que realmente no siente o que no puede hacer cumplir, como prohibir algo para siempre o decirle a su adolescente que está "castigado de por vida".
Trabajen para una relación fuerte.
Sobrellevar los momentos difíciles se hace más fácil si tiene una buena base con su adolescente. Es probable que su adolescente esté más ocupado que nunca con sus amigos y la escuela y sea más difícil encontrar el tiempo para compartir. No tiene que reservar un día entero para eso, tan solo pasar 30 minutos juntos varias veces a la semana puede ser una buena manera de comunicarse y ver cómo le va a su adolescente. Invítele a hacer yoga o salir juntos a caminar, a ayudarle en el supermercado o simplemente salir a hacer diligencias. Este es un momento muy bueno para que ambos guarden sus teléfonos y estén presentes el uno para el otro. Si lo hace lo suficiente, esto reafirmará la confianza que le tiene a usted y le indicará que puede acudir a usted en los momentos difíciles.
El tiempo en familia es importante.
No solo el tiempo individual es importante, sino también el tomar tiempo para estar juntos en familia. Al menos una vez a la semana saquen tiempo para cenar juntos, jugar un juego de mesa, salir a caminar o ver una película. Fijar una rutina familiar refuerza la idea de que son un equipo. Es una oportunidad de hablar, reírse y recordar todas esas cosas que tienen en común.
No trate de que sus hijos piensen que usted es chévere o "cool". Su trabajo es ser padre o madre.
El comportamiento del adolescente comienza en el cerebro
Muchos padres encuentran reconfortante saber que el comportamiento irracional e impulsivo de su adolescente es parte normal del desarrollo del cerebro. Si le parece que su adolescente no está pensando bien las cosas o considerando las consecuencias, es porque no lo está haciendo. Y hay una razón biológica para ello.
Los mapas cerebrales muestran que el cerebro del adolescente no funciona igual que el de los adultos. Los adolescentes utilizan más la amígdala, la parte del cerebro responsable por la toma de decisiones inmediatas. La amígdala se desarrolla más rápido que la corteza frontal, que es la parte del cerebro que controla el razonamiento. El cerebro del adolescente también continúa desarrollando células cerebrales, circuitos neuronales y mielina, que es la capa de aislamiento que ayuda a las células cerebrales a comunicarse. Todo esto significa que los adolescentes tienden más a:
- Actuar impulsivamente
- Tener accidentes
- Elegir comportamientos peligrosos o arriesgados
- Malinterpretar señales sociales y emociones
Siga tratando
Lidiar con las actitudes del adolescente y su mal comportamiento es agotador pero esta fase no dura para siempre. Su paciencia y comprensión ayudan a su adolescente a aprender las destrezas que necesitará para tomar buenas decisiones y comunicarse claramente.
Recuerde, usted no tiene que hacer esto solo. Si se siente abrumado, obtenga ayuda de su pareja, familiares o amigos o llame a la Línea de Ayuda para Jóvenes de Texas 1-800-989-6884.