¿Mal comportamiento en la escuela? Permítanos ayudar
Por el personal de BuenosConsejosParaPadres.com
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Es una llamada o un correo electrónico que ningún padre quiere recibir: un maestro informándole que hay problemas con el comportamiento de su hijo. Ya sea que se trate de un problema leve que ocurrió una sola vez, o de un problema más serio, hay cosas que usted puede hacer para manejar los problemas de comportamiento de su hijo.
Cómo entender el comportamiento de su hijo
La buena noticia es que usted no tiene que ser especialista en comportamiento infantil para lidiar con el mal comportamiento en la escuela. El primer paso es tratar de descubrir qué hay detrás de algunos de los problemas de conducta más comunes. Podría ser algo que está ocurriendo en la escuela, en casa o en ambos. Un niño puede portarse mal debido a que él (o ella) quiere atención o no logra lo que quiere.
Si su hijo está exhibiendo mal comportamiento en la escuela, quizás hace una o más de las siguientes cosas en casa:
- Se muestra cansado o de malhumor después de la escuela.
- Se queja de su maestro, de los trabajos escolares o de sus compañeros de clase.
- Se rehúsa a hacer la tarea para la casa o los quehaceres de la casa.
- Oculta su trabajo o notas de su maestro.
A menudo, los niños con problemas de mal comportamiento en la escuela no han aprendido cómo controlar sus emociones o tienen una dificultad específica que sus padres o maestros aún no han descubierto. Hay veces en las que los problemas de mal comportamiento en la escuela podrían ser causados por uno o más de los siguientes:
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), ansiedad y otros trastornos de comportamiento. Si un médico diagnostica a su hijo con una de estas condiciones, puede recibir tratamiento.
- Diferencias de aprendizaje, retrasos del desarrollo o problemas de la vista o auditivos que pueden requerir tratamiento o ayuda en el salón de clase.
- Experiencias como la pérdida de un ser querido o cambiarse a una escuela nueva.
- Conflictos con otros niños, incluido el acoso o bullying, que pueden causar que se retraiga, se rehúse a ir a la escuela o muestre un comportamiento agresivo.
Por qué el comportamiento de los niños puede ser un problema en la escuela
Existen muchas razones para el mal comportamiento de un niño en la escuela, pero normalmente coinciden dentro de tres áreas:
- Romper las reglas de la escuela.
- Tener problemas con otros niños.
- No hacer el trabajo escolar.
En la escuela, todos deben cumplir las reglas para mantener el orden en el salón de clase. Cuando los estudiantes rompen las reglas, puede afectar a todos y hacer que sea más difícil, o hasta imposible, que los maestros enseñen. Entre los ejemplos de comportamiento de un niño que puede meterlo en problemas por romper las reglas en la escuela se encuentran:
- Hablar mucho durante la clase.
- Caminar por la clase y no prestar atención durante una lección.
- Molestar a otro estudiante.
- No seguir las indicaciones del maestro.
- Correr en los pasillos.
- No ir a la escuela o llegar tarde a clase.
Los comportamientos que involucran a otros estudiantes podrían incluir:
- Golpear, empujar o morder.
- Insultar.
- Tomar objetos de otros.
- Acosar a compañeros.
Si su hijo no está terminando sus asignaciones, entonces intente descubrir por qué. ¿Su tarea para la casa es muy difícil? ¿Está frustrado con el maestro? ¿Tiene dificultad para mantenerse enfocado? ¿Otro estudiante se está burlando de él? Comprender las razones puede ayudarlo a encontrar una solución.
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Cómo manejar los problemas de comportamiento en la escuela
Más abajo encontrará algunos consejos útiles para lidiar con los problemas de mal comportamiento en la escuela.
Conozca los hechos antes de actuar.
Cuando la escuela se comunica con usted sobre el mal comportamiento de su hijo, es importante que escuche la historia completa, tanto por parte de la escuela como de su hijo, antes de decidir qué hacer.
Converse con todos los involucrados en la escuela. Las siguientes preguntas deben ayudarle a determinar las consecuencias en casa por el mal comportamiento en la escuela.
- ¿Cuándo ocurrió el mal comportamiento?
- ¿Qué lo originó?
- ¿Ha ocurrido antes?
- ¿Cómo el maestro/la escuela manejó el comportamiento de su hijo cuando ocurrió?
- ¿Le queda claro que se rompió una regla de la escuela?
- ¿Qué hará el maestro/la escuela para ayudar a prevenir que el comportamiento de su hijo ocurra nuevamente?
- ¿Tienen ideas el maestro o la escuela de cómo pueden trabajar con usted para resolver el mal comportamiento?
Luego, converse con su hijo para que pueda tener la historia completa. Haga las mismas preguntas que le hizo al personal de la escuela y escúchelo con mente abierta. Incluso si usted está molesto, recuérdele a su hijo que lo ama y que quiere que tenga éxito en la escuela.
Cuando tenga toda la información, tómese un poco de tiempo para pensar sobre la mejor forma de responder.
Decida las consecuencias en casa por el mal comportamiento en la escuela.
Como padre o madre, usted debe enseñarle a su hijo que romper las reglas tiene consecuencias. Ahí es donde entra la disciplina. Explíquele que los adultos y los niños deben cumplir las reglas y, que cuando las rompen, hay consecuencias. El objetivo de la disciplina es enseñar a los niños, no castigarlos. Antes de disciplinar a su hijo, piense sobre qué es lo que está causando el mal comportamiento y establezca consecuencias que pueda mantener. Ser consistente es importante para el éxito.
Si a su hijo ya lo están castigando en la escuela, usted tendrá que decidir si y cómo debe responder en casa. Los especialistas en comportamiento infantil recomiendan tomar en cuenta la gravedad del comportamiento del niño en la escuela. ¿Ocurrió solo una vez, como hablar mucho en clase? En un caso como este, hable con su hijo sobre qué puede hacer para asegurarse de que no vuelva a ocurrir. Hágale saber que usted cree que él puede cumplir las reglas y anímelo a hacerlo. Si ocurre otra vez, las consecuencias en casa por mal comportamiento podrían ser algo como perder un privilegio durante el día.
Cuando el mal comportamiento es más grave, como pelear con otros niños o perturbar la clase a menudo, usted querrá trabajar de cerca con el maestro de su hijo para intentar resolver el problema. Asegúrese de que su hijo sepa que no se permitirá mal comportamiento en la escuela, como tampoco se permite en la casa. Establezca consecuencias que usted crea que lo motivarán a cambiar sus acciones.
Premie el comportamiento de su hijo cuando sea bueno.
Un gráfico de comportamiento puede ser una excelente manera de premiar a los niños más pequeños en la escuela primaria. Es una forma de darle un refuerzo positivo cuando su hijo cumple las reglas y sigue las indicaciones. Coloque una calcomanía en el calendario cuando él o ella haya tenido un buen día en la escuela. Después de una cantidad de premios positivos, celebren juntos. Recompensar y elogiar a su hijo por su progreso y buena conducta es una parte importante de la disciplina efectiva. Los niños de todas las edades necesitan reconocimiento cuando su comportamiento mejora. Los elogios pueden hacer mucho para mejorar el comportamiento de un niño en la casa y en la escuela.
Esté atento a las señales de alerta.
Si usted sospecha que su hijo tiene dificultades con el trabajo escolar o tiene problemas con otro estudiante o con su maestro, anímelo a que se lo cuente. A veces, un niño necesita hablar o llorar para liberar todas las emociones que siente. Asegúrele que está bien estar molesto y que usted siempre está ahí para escucharlo. Piensen juntos en posibles soluciones para mejorar la situación en la escuela. Converse con el maestro sobre cualquier inquietud con sus compañeros de clase o trabajo escolar.
Descarte cualquier problema de salud.
Algunos niños tienen problemas de comportamiento que deben ser tratados por un profesional de atención médica o un especialista en comportamiento infantil. Converse con el proveedor de atención médica de su hijo si le preocupa el comportamiento del niño. El comportamiento agresivo o el mal comportamiento continuo en la escuela o en la casa podrían significar algo más grave. Por ejemplo:
- No mostrar interés por participar en actividades que solía disfrutar.
- Malas relaciones con compañeros o maestros.
- Ira o agresividad extrema.
- Sentimientos perennes de tristeza, infelicidad o cansancio.
- Síntomas físicos relacionados con evitar ir a la escuela, como dolor de cabeza o de estómago.
Resista
Lidiar con el mal comportamiento de un niño en la escuela no es fácil. Colabore con la escuela de su hijo para que lo ayuden a manejar mejor los problemas y lo mantengan informado. Si el problema es más grave, converse con un especialista en comportamiento infantil. Sea consistente con la disciplina y las consecuencias en casa por mal comportamiento en la escuela. Recuerde, la disciplina no solo se trata de corregir lo que su hijo está haciendo mal, ¡también se trata de celebrar lo que está haciendo bien! Reforzar el comportamiento de un niño cuando es bueno tiene mayor probabilidad de dar como resultado un niño que toma las decisiones correctas.