Cómo detener el comportamiento preadolescente grosero
Por Charity Eames, LPC-S, LMFT-S
Lectura de 5 minutos
La actitud de los preadolescentes a menudo es peor cuando están con las personas con quienes se sienten más seguros, su familia. Es difícil mantener la casa libre de estrés cuando sus preadolescentes se están ajustando a su cambiante mundo y crecimiento hormonal. Entre las edades de 9 y 12 años, los preadolescentes ya no son niños, pero tampoco son adultos jóvenes. Es posible que sus hijos de repente comiencen a probar sus límites durante la preadolescencia. El comportamiento preadolescente comúnmente incluye comentarios sarcásticos, voltear los ojos, responder de mala manera, explosiones dramáticas repentinas, dar portazos y silencios ensordecedores.
Hable con su preadolescente
A muchas familias les funciona involucrar a sus preadolescentes en el proceso de fijar las reglas de la familia y las guías de comportamiento. Siéntense como familia y hablen sobre cómo desean tratarse entre ustedes y qué tipo de comportamiento es aceptable. Conversen sobre sus expectativas entre sí y las consecuencias por no cumplir esas expectativas. Hasta pueden crear un contrato de comportamiento que detalle las reglas de su familia para que todos lo firmen. Cuando los preadolescentes participan en el proceso de establecer las guías de comportamiento, sienten que sus inquietudes y opiniones son escuchadas. Esto hace más probable que sigan las reglas y limiten las malas actitudes preadolescentes.
No trate de que sus hijos piensen que usted es chévere o "cool". Su trabajo es ser padre o madre.
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La Línea de Ayuda para Padres de Texas está lista para escuchar, encontrar soluciones y guiarle hacia recursos locales apropiados.
Llame hoy al 833-680-0611.
Fijen las reglas y los castigos
Elijan castigos apropiados para preadolescentes.
Posiblemente no sea fácil, pero consideren sentarse como familia a determinar cuáles consecuencias habrá por romper las reglas de la familia. Contrario a los niños pequeños, a muchos preadolescentes les importan menos las pequeñas recompensas y los castigos. Cuando el preadolescente se comporta mal, la mayoría de los padres se dan cuenta de que es más efectivo quitarle una actividad favorita como el privilegio de tener un teléfono o ir a casa de sus amigos.
Sea consistente con sus palabras y cumpla lo que dice.
No diga cosas que realmente no siente, como decirle a su preadolescente que está "castigado de por vida". Si mantiene sus reglas y castigos de una manera realista y consistente, los preadolescentes aprenderán que el comportamiento grosero tendrá consecuencias negativas.
Modele el respeto que desea ver en su preadolescente.
Usted es el primer y principal modelo de sus hijos y ellos buscan su ejemplo de lo que es ser un adulto respetuoso. Los niños se comunican como usted lo hace, así que ponga su mayor esfuerzo para escuchar y no interrumpir ni insultar a su preadolescente. Uno de los regalos más valiosos que puede darles a sus hijos es modelarles respeto. Aun cuando le ataque con su actitud preadolescente irrespetuosa, trate de mantener la calma y recordarle a su preadolescente que el comportamiento grosero no es aceptable. También puede recordarle que usted es un ser humano y que sus sentimientos también se hieren.
¡Elija sus batallas!
No todas son iguales. Vale la pena confrontar un comportamiento dañino, pero la autoexpresión, como por ejemplo, un nuevo estilo de cabello o de ropa no amerita una pelea.
Cálmense.
When feelings get heated, it's okay to give your tween - and yourself - a minute to calm down. Going to separate rooms for 15 Minutos can help everyone communicate more calmly and clearly. After emotions have cooled off, make sure you finish the conversation and address the behavior issues.
Planifiquen tiempo cara a cara juntos.
La manera más fácil de saber si un cambio de comportamiento es temporal o permanente es pasar más tiempo cara a cara con su preadolescente. Ahora que su hijo está más grande (y más ocupado con sus amigos y actividades escolares), quizás tenga que buscar nuevas maneras de pasar más tiempo juntos. Invite a su preadolescente a pasear el perro con usted, a que le ayude a hacer la compra o simplemente dar un paseo en auto juntos. Si lo hace lo suficiente, esto reafirmará la confianza que le tiene a usted y le indicará que puede acudir a usted en los momentos difíciles. Y siempre es importante dejar el teléfono a un lado, hacer preguntas y escuchar cuando le hable. A veces se nos olvida lo básico al tratar con retos de los preadolescentes.
Únanse como familia.
No solo el tiempo individual es importante. También es excelente idea tomar tiempo para estar juntos en familia. Hagan cosas juntos regularmente que les permitan hablar, reírse y divertirse sin los celulares ni invitar a otras personas. Preparen y coman la cena juntos, jueguen un juego de mesa una vez a la semana o visiten un nuevo lugar en la ciudad.
Cómo detener el comportamiento preadolescente grosero
Fijar expectativas y detallar los castigos le ayudará mucho a su preadolescente a tomar buenas decisiones, pero no siempre será perfecto. ¿Cómo puede manejar los cambiantes estados de ánimo de su preadolescente y traer de nuevo paz al hogar? Estos son algunos puntos de partida para fomentar la comunicación clara y respetuosa y ayudarle a su preadolescente a reconocer y detener su comportamiento preadolescente grosero.
Fije límites claros y apropiados para la edad.
First, decide what's important to you. Then use those priorities to help you reset your responses and reactions. Once you decide what's most important, try to overlook the little things. For example, you don't have to react every time your tween rolls his eyes or sighs when you give directions.
Atienda el comportamiento preadolescente grosero.
Imagínese que su preadolescente se comporte de una manera inaceptable, quizás se va en el medio de una conversación o le dice una grosería a un familiar. Calmada y claramente indíquele el comportamiento grosero y dígale a su hijo que esto no es aceptable. No espere para abordar el asunto. Es mucho más efectivo atender los problemas según aparezcan para que puedan trabajar juntos para corregirlos.
Recuerde que usted es el adulto.
Usted y su preadolescente no son amigos. Usted es el padre o madre y es su trabajo mantenerse en calma y en control de sus emociones y comportamiento aunque su preadolescente grite o dé portazos. Sus acciones y guía deben hacer que sus preadolescentes se conviertan en mejores personas, aun cuando las respuestas que usted les dé sean frustrantes para ellos.
Tablas del comportamiento preadolescente
Si le parece que su preadolescente tiene dificultad para seguir las reglas de la familia, considere crear una tabla de comportamiento preadolescente apropiada para la edad. Las tablas de comportamiento sirven como un recordatorio visual de las guías de su familia y qué tan bien su preadolescente las sigue.
A algunas familias les funciona mejor tener un sistema de puntuación. Otras prefieren crear una tabla de comportamiento adolescente que incluya también los quehaceres, rutinas diarias u otras responsabilidades de la familia. Algunas familias lo hacen de manera que sus preadolescentes se ganen los privilegios, por ejemplo más tiempo de pantalla, cuando completen sus quehaceres o rutinas.
Los preadolescentes pueden haber sobrepasado la edad de tener tablas con calcomanías, así que opte por un sistema en el que ganen marcas o fichas en su lugar.
Lo está haciendo bien
Criar preadolescentes no es fácil, pero ponga su mayor esfuerzo para modelar una comunicación clara y calmada. Esta fase de la preadolescencia no dura para siempre. Tenga paciencia y recuerde que le está enseñando a su hijo las destrezas que necesita para ser independiente y responsable.
Recuerde también que usted no tiene que hacer esto solo. Si se siente abrumado, obtenga ayuda de su pareja, familiares o amigos o llame a la Línea de Ayuda para Jóvenes de Texas al 1-800-989-6884.
¿Tiene alguna pregunta sobre los preadolescentes groseros
Charity Eames, LPC-S, LMFT-S
Charity Eames es la directora de prevención e intervención temprana del DePelchin Children's Center en Houston y ha trabajado con niños y familias durante más de 17 años.
